El Impuesto de Sucesiones en Andalucía ha supuesto una grave discriminación para los residentes en esta región en comparación con otras comunidades autónomas. Esto es así porque el sistema de competencias delegadas establecido por nuestra Constitución y sus leyes de desarrollo, permite a cada comunidad autónoma imprimir su sello en los tributos que controla; en este caso el de Sucesiones y Donaciones.
Dicha libertad legislativa ha traído consigo que sea mucho mejor a estos efectos, fallecer en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, que en Andalucía. Una herencia con el mismo patrimonio adjudicado en Madrid puede ser prácticamente nada y en Andalucía, arruinar al heredero debido al Impuesto de Sucesiones de esta comunidad.
Vamos al caso concreto: en plena crisis, año 2012, una señora sin patrimonio preexistente y en riesgo de exclusión social por su delicada situación económica, hereda bienes por importe de 1.400.000 €. Recalquemos que hereda bienes inmuebles, no efectivo metálico, ni depósitos, ni fondos de inversión. Salen a pagar más de 420.000 €, que no tiene. Podríamos pensar que pagando ese importe todavía le quedaría cerca de un millón de euros, pero no es así. Las normas de valoración a veces llevan a estos grotescos resultados.
La gestión del Impuesto de Sucesiones paso a paso
La señora acepta la herencia porque piensa que va a vender alguno de los inmuebles y podrá pagar. El hecho consumado es que malvende 1 de los inmuebles, ya pasado el periodo de pago voluntario, paga parte de la deuda y la Junta de Andalucía le salta al cuello para intentar cobrar el resto. Esto trae consigo el recargo de apremio del 20% y el embargo de sus bienes.
A día de hoy, sigue intentando vender alguno de los dos pisos que le quedan para saldar su deuda.
Cuando esta señora acude al despacho ya es tarde ya que lo debería de haber hecho al principio y se le habría aconsejado la forma de no llegar a la situación tan angustiosa que vive ahora.
Con la reforma del Impuesto de Sucesiones que ha entrado en vigor este año, esta señora no habría pagado nada y hoy viviría tranquila con el patrimonio que, en este caso su madre, le había dejado en herencia. Pero al no tener la reforma efectos retroactivos, todos los que se encuentren en esta misma situación, seguirán con la espada de Damocles de los órganos de recaudación de la Hacienda andaluza sobre sus cabezas.
La idea que pretendemos transmitir es que es fundamental buscar asesoramiento especializado cuando se va a acometer una situación que desconocemos; antes de tomar decisiones, ya que una vez tomadas y pasados los plazos de los posibles recursos, las posibilidades disminuyen notablemente y situaciones con posibilidad de solución al principio, se convierten en realidades difíciles de arreglar.